miércoles, 20 de abril de 2016

Sobre Degeneración Mental e Higienismo Mental. Textos escogidos.



Tanto Sandra Caponi como Hugo Klappenbach son referentes indiscutidos en la materia. Espero disfruten la lectura de los textos compartidos. Gerald Grob, es un eminente historiador de la Psiquiatria de origen estadounidense. Los dos primeros son argentinos. Sandra Caponi rosarina, pero vive y trabaja en Brasil. Klappenbach es puntano, y uno de los historiadores de la psicología local más importantes.


Higienismo y Biopoder

http://www.elseminario.com.ar/biblioteca/Grob_Movimiento_Higiene_Mental.pdf

https://www.academia.edu/20311517/El_movimiento_de_la_higiene_mental_y_los_or%C3%ADgenes_de_la_Liga_Argentina_de_Higiene_Mental

http://www.scielo.br/pdf/ss/v7n3/v7n3a04.pdf









domingo, 17 de abril de 2016

Time Warp (atrapados en el tiempo)


La banalización del mal
Dr. Federico Pavlovsky. Medico psiquiatra. (Tomado del muro de Fb del autor)

1) En las últimas horas en la guardia del Hospital Fernández varios pacientes en grave estado cursan un cuadro caracterizado por hipertermia, hipertensión arterial, deshidratación, fallas renales severas,  arritmias cardiacas y deterioro del sensorio. Están intoxicados. Algunos de estos jóvenes  han muerto y otros están seriamente comprometidos. Mientras escribo esta ficha, el domingo 17 de abril del 2016, una noticia impactante recorre todos los medios de comunicación nacionales e internacionales; en la fiesta electrónica Time Warp  que se realizó en el complejo Costa Salguero, una cantidad aún no establecida de personas se intoxicaron (con una droga aún no definida pero que posiblemente sea éxtasis), cinco personas murieron y otras cuatro están internadas en este momento. En la vorágine del minuto a minuto y del consumo de bienes masivo en el que vivimos, esta noticia pasará a segundo plano en pocos días. Así es el negocio de los medios de comunicación, mantener vivo al espectador, que no se aburra y que consuma el producto. Un caso o una situación es dramática y masiva y aparecerá en todos los medios por muchos minutos hasta saturar la pantalla y simplemente desaparecerá reemplazada por una imagen o secuencia más atractiva. Pero necesitamos hacernos algunas preguntas, reflexionar, no permitir que este tipo de situaciones pasen de largo. Uno de los mayores logros de un tratamiento psicoterapéutico es la posibilidad de desarrollar nuestra capacidad de escándalo frente a las injusticias, las asimetrías y ante aquello que nos subleva; salir de la situación de impotencia y hacer algo con todo ese enojo. Escandalizarnos es terapéutico, gritar fuerte que hay cosas que nos horrorizan, que nos perturban, que nos molestan, que no estamos dispuestos a aceptar. Un hecho dramático, que se puede llevar incluso más vidas en las próximas horas, nos une para reflexionar sobre nuestra propia vida y sobre la realidad social en la que vivimos.
2) El sistema hipócrita: estamos viviendo en un clima social en donde existen infinitos ámbitos de consumo de sustancias, siendo el abuso de alcohol el problema número uno en términos de salud pública, ya sea por las enfermedades médicas que genera así como por las situaciones de violencia que favorece, así como los accidentes de tránsito. El alcohol es quizá la sustancia de mayor difusión en términos de propaganda y aceptación social, desde la mañana hasta a la noche los medios gráficos y televisivos inundan con lemas sugerentes y atractivas propuestas donde tomar es ser “distinto al rebaño”; “ser parte”; “ el sabor del encuentro”,etc. Una de las drogas más destructivas es una sustancia aceptada, difundida, bien recibida. En el marco de la experiencia terapéutica para muchos pacientes el alcohol no es una droga, de hecho algunos interpretan que pueden tomar alcohol y eso no les genera un riesgo significativo ni les causa un problema en términos de riesgo de recaída. Esos pacientes, equivocados en ese razonamiento, reproducen el discurso del mercado publicitario: -“El alcohol no es un problema, se puede controlar y el consumo puede ser “responsable”, término de lo más original que emplean en los últimos años las compañías para intentar mostrar algún nivel de preocupación al respecto de la epidemia social de abuso de alcohol.  El sistema operativo empresarial-narcotrafico-político-juridico-policial-publicitario-cliente, se va agrandando cada día,  se nutre recíprocamente con el dinero de las dadivas, de los arreglos ocultos, de la ilegalidad y de indiferencia civil, por miedo, por impotencia o por ignorancia. Sobra el dinero para estas acciones (sea difundir y vender drogas legales o ilegales) y sobra demanda, toda una generación está en consumo.

3) Una generación en consumo: que se juega la cabeza, que “vuela” por algunas horas para luego caer en la apatía, el aburrimiento, la falta de proyectos, esa “falta de proyectos” que poco tiene que ver con la falta de dinero, sino con un vacío que toda persona puede sentir.  El último informe elaborado por el Observatorio Argentino de Drogas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), daba cuenta de una tendencia alarmante en la magnitud del consumo de éxtasis entre jóvenes de 14 a 17 años durante el período 2001-2011. En diez años, la prevalencia de uso durante la  vida pasó del 0,2% al 2,1%, un aumento de casi mil por ciento. La Sedronar en su encuesta realizada en el año 2014, el consumo de drogas sintéticas entre estudiantes porteños trepó al 2.4 %, y si se analiza la población etaria de estudiantes mayores a 17 años, alcanzó en esa encuesta el 5 %. Algunas de estas personas seguirán el derrotero doloroso del paciente “adicto” pero todos estarán tocados y lastimados por el consumo, incluso sea esporádico y “recreacional”. El sistema es hipócrita porque por un lado persigue penalmente a los tenedores de sustancias (vigencia de la Ley de estupefacientes 23.737; 1989) y por el otro permite la venta masiva de drogas ilegales en el ámbito específico de las fiestas electrónicas. No hay que ser agente del contraespionaje para saber que son ámbitos de consumo alienado y masivo. Esto no niega que tengan valor cultural, social o festivo, pero vienen de la mano del consumo indiscriminado; y se espera que en los próximos años sean las drogas de diseño quienes se lleven el primer puesto en términos de epidemiologia de drogas de abuso. Es socialmente conocido que en estas fiestas se consumen “drogas de diseño”; sobran artículos, crónicas periodísticas en primera persona y reportes médicos de intoxicaciones severas y de muertes (porque estas no son las primeras). Pero las fiestas son un suceso (local y mundial) y convocan a miles de personas en cada evento, se escucha buena música y tienen importancia cultural y económica.  ¿Sería una solución prohibir las fiestas? La mirada represiva sobre las conductas de abuso no ha resultado particularmente fructífera, de hecho hay casi una relación inversamente proporcional entre la punición de conductas de abuso y prevalencia del uso. Al mismo tiempo, ¿es posible dejar las cosas así cómo están?
4) La visión “hiperespecializada” no sirve de nada: En este tipo de situaciones de consumo social y masivo, la toxicología, la psiquiatría y la psicología como especialidades se quedan miopes y se requiere una visión sociopolítica y antropológica, porque no estamos frente a una adicción de un sujeto en particular, sino a un hecho social con aristas económicas, políticas, médicas y otras tantas. No alcanza la lógica de una disciplina para entender lo que pasa. Es probable que los propios consumidores, los que van a las fiestas sin consumir esas drogas, quienes las organizan y todos los eslabones que participan en estos eventos conozcan el problema de primera mano.  Aquellos que organizan estos eventos plantean el tema como una ecuación económica y saben perfectamente que el consumo de sustancias forma parte del combo festivo que organizan, sean ellos o no parte del sistema de venta. Se aseguran que haya agua mineral, tienen los teléfonos a mano de  SAME, saben reconocer las intoxicaciones e incluso algunos de estos empresarios contratan a médicos para tratar los primeros síntomas de intoxicación en las fiestas y dar los primeros auxilios en caso que se produzca alguna situación compleja. Así de perverso es el sistema, se organiza una fiesta donde se sabe que se venderán en forma masiva drogas de diseño (que cada año son distintas, con nuevos nombres, modificaciones moleculares, y efectos distintos), se comercializa la hidratación (como una fuente central de ingresos) y se contratan servicios médicos para ayudar a las personas intoxicadas.
5) La banalización del mal: la expresión “banalidad del mal” fue acuñada por Hannah Arendt a propósito de su estudio sobre Adolf Eichmann (jerarca Nazi que vivió en la Argentina, responsable del diseño de la “solución final” para matar a millones de judíos en la segunda guerra mundial.) La tesis de Arendt es que Eichmann es el prototipo de persona, que no siendo un monstruo (aunque si culpable), es una especie de técnico burócrata administrativo que toma una serie de decisiones encadenadas cuyo desenlace final es un acto monstruoso. Son decisiones técnicas, sin pasión, diseñadas y cumplidas para satisfacer objetivos parciales en forma plena, que involucran a varias personas, donde cada una es responsable de una de ellas. Cada uno cumple con un deber específico y se diluye por un lado la responsabilidad individual de cada uno así como la percepción del producto final. Eichmann, uno de los más grandes ingenieros de la mayor masacre humana de la historia, estuvo bastante convencido hasta el momento final  que él había cumplido ordenes, que era un trabajador eficiente y ordenado y que no deseaba específicamente el mal de nadie.  Según Arendt, estos actos de Eichmann no fueron realizados porque el estuviese cargado de una inmensa capacidad de crueldad, sino más bien por ser un burócrata dentro de un sistema basado en los actos de exterminio. La “banalización del mal” es una expresión que señala que algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos ni se preocupan por las consecuencias. Vivimos en un sistema que “banaliza el mal”, porque frente a una tragedia social, cada sector da las explicaciones del caso para salvar su pellejo pero finalmente nada cambia o incluso empeora progresivamente. No se trata de encontrar grandes malvados o responsables únicos, se trata de escandalizarnos, de no banalizar la tragedia social que se está viviendo y que afecta en particular a personas menores de 25 años, que mueren o dañan sus vidas frente a la indiferencia y complicidad del resto de la sociedad.

6)  La muerte de estos jóvenes es la punta del iceberg, esta noticia seguramente pasara al olvido así como pasan al olvido, excepto para sus familias, las victimas de boliches que se han incendiado, de Cromañon o los jóvenes que mueren dentro o a la salida de cada fiesta. Estas víctimas con nombre y apellido son el sedimento de una problemática social dramática que ocurre todos los días, lo notable es que no existan más muertes todos los días. A diario las guardias de los hospitales están repletas de cuadros de intoxicación con sustancias y alcohol, pero son más o menos transparentes frente a la opinión pública. Las victimas mortales (y sobre todo cuando se trata de personas con poder adquisitivo) acaparan la atención por unos días. Diarios, revistas, televisión, especialistas de drogas, sobraran opiniones.  Estamos frente a un sistema aceitado con componentes bien lubricados: un clima social permisivo al uso de sustancias, una generación de jóvenes a la búsqueda de nuevas sensaciones descreída de todo y de todos (muchas  veces también de su propia familia), campañas de prensa feroces y creativas (muchas veces diseñadas por jóvenes brillantes) que calan profundo, un escenario atractivo y convocante (las fiestas), propagandas con recursos financieros enormes, una actitud bipolar de las autoridades que oscila entre la persecución penal a quien posee sustancias para uso personal, hasta la indiferencia más notable, donde permite que todo ocurra y que “cada uno se salve” o que se salve “el más fuerte”, porque esa es la ley de la calle. El local estaba “habilitado” por el GCBA: había electricidad, metros cuadrados, plan de evacuación, luces de emergencia, etc. Todo listo para una nueva tragedia. Aquello que se “habilita” es la misma maquinaria de consumo, no se trata de ventanas, grupos electrónicos o aires acondicionados. Todo el mundo sabe que un porcentaje mayoritario va a consumir drogas de diseño y aquellos que van a la fiesta solo a “divertirse”, a “pasar un rato escuchando buena música”, al menos dejen pasar unos días para dar su testimonio a favor de este tipo de fiestas. Han muerto cinco personas y otras tantas están en riesgo de vida. No está mal que focalicemos en la tragedia que acaba de ocurrir.
7) La maquinaria de consumo, apelar a la “responsabilidad individual” es obsceno porque estamos hablando de personas que muchas veces ni siquiera saben lo que toman, porque existe lo que se denomina “presión social” en relación al consumo, porque existe un imaginario colectivo que indica que en estas fiestas se toma éxtasis (como ejemplo paradigmático) y ese contexto forma parte de la invitación o la propuesta. No estará escrito en la entrada, nadie lo dirá explícitamente, pero todos lo saben y aceptan. Es una arista del negocio. Un porcentaje importante (difícil de determinar) de personas asisten a la fiesta con la idea de escuchar música, bailar y estar bajo el efecto de estas sustancias. No todas las personas van a consumir por supuesto, estamos hablando de un porcentaje de las personas que asisten, pero lo suficientemente significativo para que en una noche mueran cinco al mismo tiempo y otros tantos estén en grave estado.  Toda maquinaria de consumo arrasa a subgrupos, no es uniforme, algunas personas tienen más herramientas que otras para decir NO.  Pero esto no niega la existencia de una maquinaria de consumo que está devastando la vida de una generación. Es importante aclarar que no estamos hablando solo de las fiestas electrónicas (quizá la maquinaria más pulida en términos de aquellos que llamamos “maquinaria de consumo”), sino de la “fiesta” como hecho social actual en donde el nivel de consumo es gigante de todo tipo de drogas y chicos de 15 años se descerebran con alcohol en principio y con el resto de las drogas estiradas, contaminadas con nadie sabe que otras sustancias. Es una maquinaria, un dispositivo del mercado, es una herramienta de aniquilación social disfrazada de disfrute y es un gran negocio. Una radiografía sobre  los engranajes de la maquinaria de consumo: a)legiones menores de 30 años en su mayoría danzando frenéticamente por periodos de tiempo que promedian las 8 a 12 horas sin parar, deshidratados, en un porcentaje mayoritario en consumo; b) se requiere mucho dinero para ser parte de la experiencia (el gasto final de una noche promedio es impresionante); c) incluso en forma contraria al folklore popular que las drogas de diseño no deben mezclarse con alcohol muchos jóvenes simplemente lo hacen; d) la estratégica hidratación es un negocio clave: los testimonios de la fiesta señalan desde que no había agua hasta que las personas de seguridad prohibían la recarga en botellas, obligando al público a comprar botellas en la barra. El agua que se vendía además no era mineral sino filtrada, o sea de la canilla; d) los usuarios de drogas de diseño de estas fiestas no saben lo que están tomando ni el perfil toxico de la droga; e) la noche de ingesta de drogas de diseño termina en muchos casos (sino todos) con la toma de psicofármacos, ansiolíticos o antidepresivos, e) la población de usuarios es cada vez más joven, de hecho uno de los internados hoy en día tiene 17 años; f) el “ambiente” condiciona el consumo: no solo desde el punto de vista toxicológico (al aumentar el calor y la sed por ser un lugar cerrado y con miles de personas), sino también que la propuesta escénica, el ámbito y los distintos ceremoniales están articulados con el hecho de consumir sustancias. Esto lo saben de memoria las personas que se dedican al marketing: el ambiente condiciona el consumo, g) si bien hay pastillas importadas y locales, en el calor de la noche “los chicos toman cualquier cosa”; h) en la fiesta la venta de sustancias es libre, sin reservas, decenas de dealers ofrecen sus productos a la vista de todos, es un espacio amigable avalado directa o indirectamente por la organización, i) aquellos que proponen la “reducción de daños” (profesionales y asociaciones) y que han llevado a cabo en el pasado intervenciones en muchas fiestas (alertando y concientizando sobre el uso de las drogas), no encuentran lugar en estos eventos porque implicaría para los organizadores reconocer que allí se usa sustancias. Nadie explica, los dealers venden, nadie sabe lo que toma, la música sigue y uno tras otros se van cayendo al piso. The show must go on (el show debe continuar); j) el rol de los padres esta desdibujado, padres “anestesiados”, impotentes y confusos que avalan en silencio y con una tolerancia hueca aquello que está destruyendo la vida de sus hijos.

8) Frente a la tragedia social del consumo, distintos actores tienen  responsabilidad en diverso grado; las autoridades políticas y sanitarias, los empresarios “de la noche”, los medios de difusión y sus campañas de prensa y también las familias. Que mezcla horrorosa: una sociedad rota en sus lazos vinculares, generación que abraza abiertamente el uso de sustancias en un uso de las mismas singular: quizá no sea dependencia, tampoco es experimental, tampoco recreativo….. es un uso sistemático, ligado a muchos contextos y que provoca deterioro pero que no es fácil de describir desde la perspectiva médica o psicológica. Es un uso “social” pero no entendido por eso el uso esporádico, sino que es el uso de una sustancia en un escenario social específico y para usos sociales. Esta maquinaria de locura, descontrol y alienación debe ser problematizada en forma simultánea desde distintos frentes. No podemos señalar a ningún culpable, no podemos resolver el problema solos, ni siquiera se trata de un hecho médico que se va a resolver “con el tratamiento adecuado”. Pero que el problema sea complejo no significa que miremos como sociedad para otro lado y que el juego de autoeliminación social continúe.
9) Entonces por un lado tenemos la maquinaria de exterminio del consumo y por el otro una población, a la búsqueda de sensaciones y con la triste omnipotencia “que nada les pasara”. Es más, en las redes sociales en este mismo momento hay muchas personas que van a estas fiestas señalando con mayor o menor sarcasmo que los chicos que se murieron eran “consumidores torpes” que no sabían tomar. También la mujer violada tiene la culpa de la violación porque tenía una pollera “demasiado corta”. Detenernos en la responsabilidad individual es quedarnos con la víctima, que ya ni siquiera se puede defender. No, existe la maquinaria de consumo y esta se seguirá llevando vidas en términos literales y arruinando masivamente otras, porque el uso de sustancias arruina vidas a corto  y sobre todo a largo plazo. Uno de los mayores enigmas y conflictos que tenemos aquellos que atendemos a pacientes en consumo es la falta de registro  (genuina) que tienen ellos mismos sobre su condición. Para evitar una tonta polémica, me refiero incluso a cuadros con adicciones crónicas graves, en donde la persona adicta no llega a entender la dimensión de su problema y hasta se sorprende por la preocupación de los demás. Estamos hablando de un problema cognitivo que los neurólogos llaman anosognosia, o la falta de registro de un déficit o una enfermedad que el paciente tiene. Uno de los principales síntomas mentales que tiene un paciente con uso problemático de sustancias es su falta de percepción de la gravedad de su consumo. ¿A este usuario de drogas le vamos a pedir que se cuide?; ¿que el ponga el límite de cuándo parar?; ¿que sepa distinguir que droga puede o no tomar o como debe cuidarse?; a esta persona en el caso de las fiestas rave le vamos a pedir que después de bailar por 8 a 10 horas, este lucido para distinguir signos de toxicidad y pida ayuda médica?
La sociedad está matando a estas personas. Por acción, por omisión, los está matando.
10)La anosognosia del usuario de drogas se complementa con la anosognocia social, porque no registramos nuestro déficit. Actuamos compulsivamente con angustia y horror y esta misma noche estaremos mirando el resumen de goles de la fecha y armando nuestra agenda de prioridades para esta semana. Distinto será el panorama familiar en las familias que acaban de perder a un hijo, destrozadas, en silencio, con gritos, sabrán de que se trata la banalización del mal. Sabrán que no estoy exagerando, que vivimos una  tragedia donde muchos sonríen y disfrutan de la banda de música que sigue tocando.
Es la banda del Titanic y el agua asoma.

Malas personas profesionales mediocres

http://m.panorama.com.ve/movil/noticia.html?nota=%2Fcontenidos%2F2016%2F04%2F12%2Fnoticia_0031.html#

sábado, 16 de abril de 2016

otra de Carpintero, ahora le toca a los normales




La locura del sujeto normal

Editorial de la revista Topía de abril de 2011 (https://www.topia.com.ar/articulos/locura-del-sujeto-normal)
Según una de las versiones del mito, Prometeo descendía de una antigua generación de Dioses que habían sido destronados por Zeus. Era hijo de Titán y de Asia, él sabia que en la tierra reposaba la simiente de los cielos, por eso recogió arcilla, la mojo con sus lagrimas y las amasó, formando con ella varias imágenes semejantes a los dioses, los Humanos. Fue así que surgieron, según la leyenda, los primeros seres humanos, que poblaron la tierra. Prometeo entonces se aproximo a sus criaturas y les enseño a subyugar a los animales y usarlos como auxiliares en el trabajo. Les mostró como construir barcos y velas para la navegación, les enseño a observar las estrellas a dominar el arte de contar y escribir y hasta como preparar los alimentos nutritivos, ungüento para los dolores y remedios para curar las dolencias.
Pero Zeus, sospechaba de los humanos, ya que no fue él quien los creo. Por consiguiente, cuando Prometeo reivindicó para ellos el fuego, que les era imprescindible para la preparación de los alimentos, para el trabajo y principalmente para el progreso material y el desenvolvimiento emocional, el Dios griego decidió negárselo, temiendo que las nuevas criaturas se volviesen más poderosas que él. Prometeo resolvió frustrarle sus planes, con la intención de conseguir para los humanos ese precioso instrumento. Con un palo hecho de un pedazo de vegetal seco, se dirigió al carro del Sol donde a escondidas tomo un poco de fuego, trayéndolo para los seres humanos, entregándoles así el secreto del fuego.
Solo cuando por toda la tierra se encendieron las fogatas es que Zeus tomó conocimiento del robo de Prometeo, pero ya era tarde. Puesto que ya no podía confiscar el fuego a los hombres, concibió ahí para ellos un nuevo maleficio: les envió a Pandora, de una gran belleza, con una caja portadora de muchos males. Prometeo le advirtió a su hermano Epimeteo de no aceptar ningún presente de Zeus, pero Epimeteo no lo recordó y recibió con alegría a la linda doncella, abriendo la caja de los males los cuales se esparcieron rápidamente sobre la tierra. Junto a ellos se encontraba él más precioso de los tesoros, La Esperanza; pero Zeus le había encomendado a Pandora no dejarla salir y así fue hecho. Los hombres que hasta aquel momento habían vivido sin sufrimientos, sin dolencias, sin torturas y sin vicios, comenzaron a partir de entonces a corromperse sin la Esperanza.
Después de esto, vengándose de Prometeo, le envío al desierto donde fue puesto preso con cadenas a una pared de un terrible abismo, sin reposo alguno, durante 30 siglos. Sufrió la amargura de que su hígado sea devorado por un Águila que venia cada día a la región para dicho fin, después de que el órgano se volvía a reconstituir ya que Prometeo era inmortal. Por fin llego el día  de su redención. Hércules al ver al águila devorando el hígado de Prometeo, tomó su flecha lanzándola sobre la misma. Enseguida soltó las cadenas y llevo a Prometeo consigo.
El mito de Prometeo simboliza esa luz, que bajando a la tierra intenta iluminar a los hombres, apartándolos de la oscuridad intentando con ello devolverles al camino de la solidaridad, es así que el sufrimiento de 30 siglos representa ese sacrificio del iniciado, a lo largo de la historia en el ejercicio difícil de liberar a los hombres de la ilusión. El mito esclarece la oposición entre las tinieblas y la luz, entre la conciencia y lo inconsciente del ser. Ser conscientes, significa ser dueños de sí mismo, de los propios pensamientos, de los propios actos, fallas y actitudes. Conocer el propio pasado, proyectar el futuro y estar en el presente con los otros humanos que nos constituyen.


Los muros invisibles

Hablar de los muros inmediatamente nos remite a los muros que se han instalado en el capitalismo mundializado para separarnos de los otros. Los otros son los diferentes, los bárbaros que nos confrontan con la ilusión  del mundo feliz que nos ofrece la “economía de mercado”. Los bárbaros están allí para decirnos que ese mundo feliz no existe. Es una ilusión. Los invisibles se visibilizan para decirnos que ellos no participan de esa ilusión.
Sin embargo estos muros visibles hablan de otros muros invisibles que cercan nuestra subjetividad. Muros que se instalan en la subjetividad y nos llevan a la soledad y al aislamiento. Muros que nos separan de los otros y de nosotros mismos. Si el yo se construye en la relación con un otro humano como alteridad, la no existencia del otro lleva al sujeto a encerrarse en un narcisismo cuya negatividad lo empobrece emocionalmente. Estos muros me encierran en la violencia destructiva y autodestructiva, en la sensación de vacío, de la nada.
La cultura dominante somete nuestra subjetividad a través de lo que llamamos un exceso de realidad que produce monstruos. Esta realidad excesiva nos satura en una acumulación de objetos fetiches que nos lleva a una colisión de exceso de tiempo y de exceso de espacio. El tiempo subjetivo va mucho más rápido que las agujas del reloj. Esto nos lleva a querer estar en varios lugares al mismo tiempo. Claro, ilusoriamente lo podemos hacer a través del celular o del e-mail. Para ello esta la realidad virtual. Esta realidad rebosante de exceso de realidad nos asedia en lo más profundo de nosotros mismos. Su resultado es transformarnos en espectadores pasivos para que consumamos los objetos fetiches como una forma de paliar nuestra angustia.
Cuando hablo de objetos fetiches me estoy refiriendo a un concepto clásico de la economía política elaborado por Marx: el fetichismo de la mercancía. Brevemente este refiere a que en el capitalismo la mercancía se transforma en una pura representación que supuestamente tiene un valor por sí misma según el valor que le asigna el mercado. De esta manera la mercancía aparece como un fetiche que niega el carácter autentico de ser un valor creado por el trabajo humano. Lo que queremos destacar es este valor de la mercancía como representación y sus efectos en la subjetividad ya que como dice Marx: “la producción no produce un objeto para el sujeto, sino también un sujeto para el objeto”. Es decir, la producción produce una subjetividad sometida a los valores de la cultura dominante. En este sentido las mercancías que compramos adquiere la calidad de fetiches que trasciende su valor de uso. Por ello no es el goce el que buscamos sino la necesidad de encontrar un objeto que suture nuestra angustia que la misma cultura produce.  Ante su imposibilidad nos encontramos con un circuito que se reproduce permanentemente en una realidad que lo excede.
En este camino no hay posibilidad de elaboración psíquica y sus efectos en la subjetividad es que la-muerte-como-pulsión amenaza el Yo como soporte del psiquismo. Ante esta sensación de peligro el Yo pone en marcha la “angustia como señal de alarma” que implica la movilización de la libido narcisista con miras a ligar los efectos destructores de la-muerte-como- pulsión. Sin embargo el Yo retraído en su narcisismo produce efectos sintomáticos propios de nuestra época donde predomina lo negativo: depresión, melancolía, adiciones, en definitiva la violencia destructiva y autodestructiva, la sensación de vacío, la nada.

La enfermedad de la norma

Lo decimos con claridad: la normalidad no es algo obvio. En toda sociedad encontramos muchas formas de vida. Cada una de ellas tiene sus normas donde vamos a encontrar las propias de la cultura dominante y otras normas minoritarias. Para las primeras el poder produce recompensas para las segundas sanciones. Esta situación se instala desde la niñez, por lo cual el sometimiento no puede funcionar sino se instituye un deseo de sometimiento el cual aparece como una imposición interna. Cuando voy a un shopping creo elegir algo cuando en realidad es desde la norma hegemónica desde donde elijo. En este sentido no puede haber subjetividad por fuera de la norma, aún más la subjetividad se constituye en la norma hegemónica. Es así como la enfermedad no es someterse a la norma ya que no hay subjetividad por fuera de la norma. La enfermedad es quedar atrapados en la norma sin dar cuenta de la creatividad -en el sentido de pulsión de vida- que permite expresar la anormalidad que nos constituye como sujetos. Por ello el sujeto normal no es solo producto de la norma sino del uso que hace sobre sí mismo a costa de escindir la anormalidad que lo constituye. Como dice Guillaume Le Blanc: “El sufrimiento psíquico es el efecto de una actividad de incorporación de la norma por el propio hecho de que al volverse contra sí  para llegar a ser hombre normal, el sujeto se expone a todo lo que en el sí escapa a las normas, a los deseos de oponerse a la norma, que son una parte esencial de la propia vida. El hombre normal resulta así doblemente escindido. No solo el deseo de la normalidad lo expone a un remanente que los obsede, a un deseo de anormalidad, sino que la repetición de normas de normalidad también implica una dependencia del sujeto con respecto a esas normas, lo que no deja ningún lugar al deseo de aire fresco y a partir de entonces hace jugar al hombre normal contra sí mismo: solo entonces hay hombre normal sobre el trasfondo de una violencia ejercida por el <Yo> fabricado en el apasionado apego a las normas contra el<Yo> sustraído a ese apego…En ese plano existe, pues una verdadera enfermedad del hombre normal, mental y social. El hombre normal es el hombre que se vuelve contra sí mismo para ser el sujeto de las normas que lo producen.”      
El narcisismo es el que ata al sujeto a la norma. Para ello el Yo encuentra el camino de la escisión en la cual se atrinchera para que el hombre normal siga reinando en su narcisismo.
Esto lo ejemplifica Freud al contar la historia del rey Boabdil. Este rey no quería enterarse de una noticia que le significaba el fin de su reinado. Por lo tanto quemó la cartas y mando matar al mensajero que se las había traído. Sin embargo el rey se dio cuenta que no se puede matar al mensajero de la realidad. Lo que el rey si puede hacer -plantea Freud- es construir en medio de su palacio una prisión totalmente amurallada y disimulada en la que encerrará al mensajero y también las cartas. De este modo el mensajero de la realidad aparece como no llegado aún cuando continúe existiendo justo en medio del palacio. El rey puede seguir reinando completamente escindido-separado de la mala noticia que le han traído.
Este ejemplo le sirve a Freud para explicar la escisión del Yo como un fenómeno propio del aparato psíquico. De esta manera encontramos la coexistencia dentro del Yo de dos actitudes psíquicas respecto de la realidad exterior: una de ellas tiene en cuenta la realidad exterior, la otra niega la realidad presente y la substituye por una producción de deseo. Estas dos actitudes coexisten sin influirse recíprocamente. Lo que encontramos es un renegación de la realidad. Esto es lo propio de las psicosis y las perversiones. En esta última el sujeto queda atrapado por la fuerza silenciosa de la-muerte-como-pulsión tratando al otro y a sí mismo como un objeto. El otro desaparece en su subjetividad y es cosificado al servicio de sus pulsiones destructivas. El pedófilo, el violador son los ejemplos paradigmáticos del síntoma-cosa de la perversión. No es el juego sexual lo que le interesa sino en su encierro narcisista cosifica al otro y el erotismo deja lugar a lo más siniestro de la violencia destructiva y autodestructiva.
También podemos extender esta escisión del Yo en el sujeto normal. Desde ella genera una muralla con su propio narcisismo que niega la realidad donde debe con-vivir con el otro diferente. Pero en el interior de este muro aparece la angustia que trata de evitar encontrando un objeto que genera miedo. Aquí el sujeto se afirma en su normalidad en el miedo al otro. Estos adquieren identidades negativas de las cuales hay que alejarse, hay que poner distancia a través de muros invisibles. Allí vamos a encontrar el miedo hacia el otro donde se lo descalifica por “negro”, homosexual, boliviano, peruano o paraguayo.
Hace varios años que atiendo a Roberto en su casa. Sus síntomas paranoicos le impiden salir de su casa. Solo lo hace esporádicamente a la madrugada o con alguien que lo acompañe. La casa se ha transformado en un muro infranqueable para sus perseguidores imaginarios. Aunque puede reconocer que sus fantasmas provienen de su pensamiento cada noticia que lee en el diario o mira por televisión le refuerza que el afuera es peligroso. Lo que manifiesta es que en su casa esta tranquilo ya que no tiene emociones. No siente nada. Un día me sorprende con una  pregunta: “¿Qué es la llama inicial?”. Mi primer pensamiento fue que me estaba preguntando por el mito de Prometeo. Ante mi silencio continua: “La llama inicial, esa que hace que funcionen los afectos y las emociones. Esa que nos convierte en hombres. A mi se me apago hace mucho tiempo”.
Con una gran lucidez Roberto describe la locura de su enfermedad. Remite a su historia personal pero también al mito de Prometeo que construyó a los hombres en la emoción y la solidaridad robándoles el fuego a los dioses. El sujeto normalizado encerrado en el muro de su narcisismo  esta muy lejos de Prometeo, en su muro interior su llama inicial la usa para someterse a la locura de una norma que lo enferma.
Carpintero, Enrique “Un paradigma de época: lo innombrable de la pulsión de muerte”; “El Eros o el deseo de la voluntad”; “La subjetividad del idiota plantea la pregunta ¿Cómo encontramos lo que nos mantenía unidos?”; “La sexualidad plural. La sexualidad humana es desviada”; “Tiempo libre para comprar. El consumidor consumido por la mercancía”.  


Enrique Carpintero
Psicoanalista
enrique.carpintero@topia.com.ar (link sends e-mail)

Los Idiotas, la Sociedad del Futuro?

Surgida la pregunta en clase, este texto de Enrique Carpintero (director de Topia, una revista de psicoanálisis de acceso gratuito on line) pretende hacer eco de una posible respuesta...

Enlace al artículo


jueves, 14 de abril de 2016

Un filósofo argentino explica esas cosas difíciles de las que hablamos en clase, de manera difícil...(oía, entonces?)


Este es Marquitos... Di Palma. No es familiar de Héctor Palma, alguien aparentemente más serio y circunspecto.

El filósofo y carpintero (esta última actividad en serio) Héctor Palma, de la UNSaM (Univesidaad Nacional de San Martín) toca tuitos esos temas álgidos, arduos, conspicuos, que alguna vez deslizamos en nuestras clases: a buscar especialmente EUGENESIA, DARWINISMO

ENLACE

Esos locos bajitos...bonaerenses





Fooooooooooooooooooooooooo...historia, ¿para quéeeeeee?

enlace a la magia pura


Historia de la Psiquiatria Infantil por Jacques Postel y Claude Quetel

Enlace a capítulo:
- Historia de la Psiquiatria infantil (Postel-Quetel - Nueva Historia de la Psiquiatria)








Padres suficientemente buenos

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lunes, 11 de abril de 2016

¿Cómo tragarse la píldora? ¿Qué piensa un psicólogo sobre la farmacología psiquiatrica?


En este artículo de exposición on line, un psicólogo estudia y analiza los meandros detrás del actor de medicar. Invito a su lectura no sin antes advertiros que quien escribe el artículo no puede medicar por su particular formación. A leer con espíritu crítico!


sábado, 2 de abril de 2016

Dolto

“Françoise Dolto y la causa de los niños"

Elisabeth Roudinesco

Françoise Dolto fue y sigue siendo la figura más popular de la historia francesa del psicoanálisis. La memoria colectiva conserva aún el recuerdo de sus entrevistas televisivas durante los años 70 donde no empleaba un lenguaje tontito ni vulgar. Se expresaba con un francés muy tradicional para comentar, a través de las miles de cartas que recibía, los acontecimientos de la vida cotidiana: la escuela, las relaciones internas de la familia, las angustias, los deseos, las muertes, los nacimientos, etc.

   Dedicó toda su vida a los niños. Sin dar recetas, militaba para que se dirigieran a ellos como seres de lenguaje, instando a instalar una autoridad a partir de la fuerza de la palabra antes que sobre reglas disciplinarias. Se esforzaba en convencer a los padres y a los educadores de no mentir a los niños, ni sobre su origen ni sobre la sexualidad. Sus tomas de posiciones a favor de una pedagogía de masas, su adhesión iconoclasta a la fe cristiana y finalmente su cruzada, a partir de 1979, a favor de la creación de "casas verdes" dirigidas a recoger niños menores de 3 años acompañados con sus padres - transición hacia el ingreso al jardín de infantes- la transformaron en un personaje fuera de todo maniqueísmo. Sin embargo, fue aborrecida por detractores estúpidos, que la hicieron responsable en vida y post mortem de una disminución de los valores de la potestad parental y escolar, hasta de la crisis de los adolescentes de los suburbios. En cuanto a sus idólatras, hasta hoy la santifican y dan de ella una imagen que no corresponde a lo que fue.

    Nacida el 6 de noviembre de 1908, creció en una familia de ingenieros elitistas y de militares impregnados de las ideas monárquicas y xenófobas de Charles Mauras y de su diario de extrema derecha "L´action française". Se le enseñó que los niños nacen en cajas enviadas a la tierra por el Sagrado Corazón de Jesús, que la sexualidad era repugnante, que los alemanes, los negros y los judíos eran los enemigos de la patria y que las mujeres tenían por único destino de pasar del estado de virgen al de madre sin tener derecho a acceder a una actividad profesional o intelectual.

   Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, siendo aún niña, se consideró como la novia de su tío materno capitán, quien murió en el frente en julio de 1916. Sostenida por sus padres, se vio como una viuda de la guerra, incapaz de hacer el duelo de ese primer amor. Sin duda, en ese episodio puede encontrarse la génesis de su revuelta de 1949 contra una ideología, bastante difundida en los medios cristianos, según la cual las viudas de la guerra debían permanecer fieles en cuerpo y alma al marido fallecido.

   Se encontró en una situación de desesperanza, en una etapa de la vida donde hubiera podido resplandecer. Otro acontecimiento contribuyó a empeorar su desgracia: la muerte de su hermana mayor, en 1920, por un cáncer óseo.
Su madre no pudo superar un estado depresivo surgido a continuación de un episodio delirante agudo. Con semejante educación y al lado de esta madre cariñosa pero depresiva, Françoise, presa de pulsiones violentas, no conseguía mantener una relación con un hombre, ni a construirse una identidad.

   Para todas las mujeres de esa generación, deseosas de emanciparse, distintas vías eran posibles al comienzo de los años 30: el compromiso político, la escritura, el feminismo, el socialismo, el psicoanálisis o el acceso a un oficio, por lo tanto a cierta autonomía. Este último camino fue el elegido por Françoise al iniciar los estudios de medicina, a pesar de la oposición de su familia. Quería ser "médica educadora", tanto para curar sus sufrimientos como para no repetir los errores cometidos por sus padres. Descubrió la aventura del freudismo francés con René Laforgue, fundador junto con Edouard Pichon y Marie Bonaparte de la Société Psychanalytique de Paris (SPP, 1926). Su terapia con Laforgue le permitió llegar a ser otra mujer y a salir de su encierro mortífero. Se desprendió de los prejuicios de su medio al conocer otra cultura: el psicoanálisis. Su inaudita facultad de escucha de los niños la descubrió con Edouard Pichon, su segundo maestro, pediatra, también de extrema derecha, antiDreyfuss y autor junto con su tío Damourette de una famosa gramática francesa descriptiva: Desde las palabras hasta el pensamiento.

   En esa época dos corrientes se enfrentaban dentro de la Internacional Psychoanalytical Association (IPA), fundada por Freud en 1910: la escuela vienesa representada por Anna Freud y la escuela inglesa dirigida por Melanie Klein. Dos mujeres, jefas de escuela, ya que al comienzo se atribuyó a las mujeres el papel de analizar a los niños, después que Freud en 1908 llevó a cabo el primer análisis infantil con Herbert Graf de 5 años.

   Para los anna freudianos y para Freud mismo, el análisis de un niño no debía empezar antes de los 4 años, ni ser dirigido por el terapeuta directamente sino por un pariente considerado protector, en general por el padre. Para los kleinianos, por el contrario, debía suprimirse las barreras que impedían al psicoanalista  acceder al inconsciente del niño desde muy chico (a  los 2 ó 3 años). Si bien Freud fue el primero en descubrir dentro del adulto el niño reprimido, Melanie Klein, por su interés con los vínculos arcaicos con la madre, fue la verdadera iniciadora del psicoanálisis infantil. Inventó un dispositivo que permitía al niño expresarse y fuera retomado después por todos los clínicos de la escuela inglesa, particularmente por Donald Winnicott: plastilina, juguetes, pelotas, bolitas, tijeras, pinceles, lápices, muebles adecuados, etc. Después de la emigración de Anna Freud a Inglaterra en 1938, Kleinianos y Anna Freudianos al mismo tiempo que se enfrentaban, fueron los impulsores de un desarrollo mundial del enfoque psicoanalítico con los niños que se propagó al saber psiquiátrico y a la psiquiatría infantil durante décadas.

   Sin ser Kleiniana ni Anna Freudiana, Françoise Dolto inventó en forma solitaria un método psicoanalítico infantil, basado en la capacidad del terapeuta en traducir el lenguaje infantil. Expuso sus principios en 1939 en su tesis de medicina Psicoanálisis y Pediatría con diez y seis casos, donde evitó usar un lenguaje sabio y pudo hablar libremente de pis en la cama o de caca en la bombacha. En su terapia utilizaba las mismas palabras que el niño para significarle sus propios pensamientos como el aspecto de una realidad.

   En 1938 se encontró con Jacques Lacan a quien siguió a lo largo de toda su carrera. Tomó de él sus conceptos pero apropiándoselos de manera personal. Así, al inspirarse en el estadio del espejo y en la imagen corporal propuesta por Paul Schilder, creó el término de imagen inconsciente del cuerpo para designar "la encarnación simbólica del sujeto deseante". Durante cuarenta años Lacan y Dolto figuraron como la pareja parental para generaciones de psicoanalistas franceses. En septiembre de 1940 inauguró en el Hospital Trousseau un servicio abierto para los analistas deseosos de formarse en la práctica del psicoanálisis de niños.

   Durante la Ocupación fue partidaria del Mariscal Pétain, sin adherir a la colaboración ni al antisemitismo. En 1942 se casó con un médico ruso emigrado que fundó un nuevo método de kinesioterapia.

   Después de la Segunda Guerra Mundial completó su técnica de juego con un objeto llamado "muñeca flor", de tallo recubierto con un paño verde y cabeza de margarita. Lo usaba como soporte para que el niño pudiera desprenderse de múltiples patologías. Esa palabra muñeca flor se hará tan famosa que se confundía con el objeto transicional de Winnicott.

   Mientras se desarrollaba bajo el impulso de Serge Lebovici y René Diatkin otra corriente de psiquiatría infantil, vinculada con la IPA y la SPP, con una mayor orientación médica e institucional, Dolto seguía con su enseñanza, formando numerosos alumnos y trabajando con Jenny Aubry que se ocupaba desde 1949 de niños separados, abandonado o internados.

   En 1963, junto con Lacan, fue excluida de la IPA y de la legitimidad freudiana. Se le atribuía una figura de gurú y hasta el gran Winnicott al mismo tiempo que le reconocía su genio le reprochaba tener demasiada influencia sobre sus alumnos y no observar las reglas ortodoxas del análisis didáctico. En ese momento, participó a la creación de la Escuela Freudiana de Paris (EFP, 1964-1980) donde prosiguió su trabajo con un Seminario que atrajo a muchos clínicos.

   Tres años más tarde, en ocasión de un coloquio sobre psicosis infantiles, organizado por Maud Mannoni - su alumna y amiga- presentó el caso Dominique, publicado posteriormente y transformado en clásico. En ese caso relataba las doce sesiones de una adolescenta de 14 años tratada por ella y agregaba comentarios conmovedores.

   Ya célebre y rodeada de discípulos, Françoise Dolto fue entrevistada en 1977 por Gérard Séverin, quien le pidió que se expresara sobre la religión. Dolto propuso entonces una lectura llamada "psicoanalítica" de los Evangelios. Esto la llevó a dar un significado espiritualista a la cuestión del deseo, concebido como una trascendencia humanista. A través de la encarnación y la resurrección, por la crucifixión que lo llevaba a salir de una "placenta" y de un mundo uterino para acceder a la vida eterna, el Cristo, según ella, se transformaba en la metáfora misma del deseo para guiar el hombre desde el nacimiento hasta la muerte, en una permanente búsqueda de su identidad.

   En 1981 retomó el diálogo para "someter la fe al riesgo del psicoanálisis". Afirmó que "Freud no hubiera inventado nada si se hubiera reducido a la religión judía". Después de haber interpretado el ateísmo de Freud como un rechazo del judaísmo, en 1986 lo consideró "un profeta de la Biblia" y estigmatizó la violencia antirreligiosa expresada en 1927 en "El porvenir de una ilusión".

   Los diálogos sobre la fe y los Evangelios fueron criticados con mucha razón,  tanto por los cristianos como por los teólogos y psicoanalistas. Unos le reprocharon una exégesis psicologisante de los textos sagrados, otros vieron de una manera hostil esa tentativa de cristianización del psicoanálisis.

   Dolto no tuvo sólo ese compromiso. Aunque ajena a toda posición política, igual en 1977 luchó por la despenalización de la homosexualidad y por una revisión del código penal con respecto a la sexualidad de los menores. En ese momento se la calificó de ultraizquierdista por la extrema derecha, y por sus enemigos de pedófila. Ahora, toda esta polémica parece algo tan lejano…
  
   Cien años después del nacimiento de Françoise Dolto, los niños, los padres y los adolescentes de Francia deberían recordar, más allá de toda crítica, todo lo que deben, no sólo a los pioneros del psicoanálisis de niños, sino también a esta mujer fuera de lo común que supo encontrar las palabras adecuadas para la difusión del pensamiento freudiano. Gracias a su palabra ampliamente mediatizada, se sabe hoy, mejor que antes, que el amor y la buena educación no bastan para transformar un niño en un adulto esclarecido por la razón, como lo pensaban los filósofos de las Luces, convencidos que el niño sería un adulto en miniatura. En efecto, para conseguir una educación lograda, hay que reconocer que los valores transmitidos, aunque sean los más nobles, corren el riesgo de transformarse en lo contrario si el que los transmite no escucha el deseo inconsciente del niño.

Apego

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viernes, 1 de abril de 2016

Algo de Psicoanálisis - a 160 años del natlicio de Sigifredo - Jornadas 6 y 7 de mayo

PREGUNTAS Y RESPUESTAS
     
      (publicado por Carlos Giusti, psicoanalista santafesino, de Agrupación Litoral): 
     
      Al difundir la información de las Jornadas “El psicoanálisis en la actualidad”, el 6 y 7 de mayo, el periodista Mariano Ruiz Clausen, de Diario Uno, me propuso responder las siguientes preguntas, para la publicación de una nota.

   Más allá del homenaje a Freud, ¿por qué es necesario pensar en la Actualidad del Psicoanálisis no solamente en el Mundo, sino anclados en las realidades locales, hoy?

Para quienes sostenemos nuestra práctica desde el discurso del psicoanálisis, el compromiso no es solo con la “aplicación” en el campo de la clínica de una teoría, que ya tiene más de ciento veinte años desde que Freud realizó sus primeras conceptualizaciones sobre el sufrimiento humano y sus relaciones con lo que fue su gran descubrimiento: las determinaciones del inconsciente, sino también reconocer y tratar de incidir en las diversas modalidades que, en cada época y lugar, esa trama subjetiva se interrelaciona con la trama social y política que nos toca vivir. Ya en su momento, Freud produjo algunas de sus principales reflexiones sobre este intertramado subjetivo-social, las que fundamentalmente fueron desarrolladas en sus textos “Psicología de las masas y análisis del yo” (1920) y “El malestar en la cultura” (1923). Posteriormente, la enseñanza de Lacan produjo una recreación de aquellos conceptos al enunciar que la posición del analista en su trabajo con los pacientes no podía desconocer las manifestaciones sintomáticas relacionadas con la subjetividad de la época. Hoy es innegable, aunque las resistencias al psicoanálisis permanecen y se renuevan desde su creación, que en tanto práctica de un discurso, que es el del psicoanálisis, su actualidad se manifiesta en los múltiples ámbitos de nuestra realidad local donde es requerido su accionar: en la clínica, en las instituciones, en lo comunitario, pero también dando cuenta e interviniendo ante diversos hechos culturales en los que el sujeto reclama su lugar ante el poder del Otro: la segregación, la violencia, el sojuzgamiento, las modas y tendencias, la pobreza material y subjetiva. Por lo cual, las pretendidas “superaciones” del psicoanálisis por supuestas “novedosas” concepciones neurobiológicas y cognitivas, que reeditan el imperio de lo biológico-farmacológico (y los intereses de los laboratorios) y del viejo conductismo racionalista y directivo, no dejan de exponer hoy en el mundo globalizado las falsas conclusiones y las mismas resistencias ante lo que el psicoanálisis tiene de “subversivo”, tanto para el sujeto como para el lazo social. Pero por lo dicho, en nuestra aldea o zona (Sudamerica, Argentina, Santa Fe), el psicoanálisis no solo resiste, sino que fundamentalmente insiste en la transmisión de un saber-hacer con “eso-lo real”, que se intenta negar o excluir, lo que sintomáticamente no deja de manifestarse en los “trastornos”, “inhibiciones”, “angustias” y “fenómenos” característicos de nuestra época y lugar.


—¿Qué aporte podría o debería hacer el psicoanálisis al pensamiento político?

Si consideramos que lo político, más allá de lo partidario, es el modo de organización, funcionamiento y manejo de la “polis”, en la que nos constituimos, vivimos y nos relacionamos los sujetos, la noción de lazo social y la teorización de los cuatro discursos realizada por Lacan: el del Amo, el de la Histérica, el Universitario y el del Analista, constituye una herramienta para diferenciar los distintos modos de relación que se establecen “entre” los sujetos y el ordenamiento social. Al referirse al discurso del Capitalismo, como una variante del discurso del Amo, Lacan plantea que lo que prevalece es la tendencia a excluir lo que es más esencial del sujeto, como son “las cosas del amor” en tanto tiene que ver con el deseo y la función de la falta como constituyente del orden subjetivo y social. Por lo cual, desde el discurso del Analista lo que se propone es restablecer esa relación, que es renegada y taponada por otros objetos, como son los de consumo, en lugar de los que son causa del deseo. De todas maneras, para no ilusionarnos con un optimismo vano, debemos tener en cuenta los límites de lo posible para seguir insistiendo en nuestra posición de incidir ante ese imposible que se impone. Para lo cual, conviene recordar lo actual de la referencia freudiana tomada de un dicho popular de la época, cuando planteó que en tanto sujetos del inconsciente –y no de la voluntad o de la racionalidad-, debíamos enfrentarnos a tres imposibles: el de gobernar, el de educar y el de analizar, como tope a cualquier accionar. Lo que no le impidió a Freud mantener vivo su deseo, reflexionando, trabajando y produciendo, para que el psicoanálisis pudiera transmitirse hasta nuestros días, teniendo que atravesar una dolorosa enfermedad, la persecución nazi y el exilio en los últimos días de su vida.
                                                                                                                                                                                          

—¿Cómo se inscribe en el campo amplio de la salud mental desde lo interdisciplinario y en los equipos de salud en el aporte concreto de soluciones al sufrimiento humano? 

Lo que, inicialmente, llevó a Freud a investigar, teorizar y establecer la praxis psicoanalítica, fue el enigma que planteaba lo “humano”, no solo en lo que se consideraba psicopatológico, sino también en la vida cotidiana, en los vínculos amorosos, y hasta en otras manifestaciones gozosas, creativas, en las que esa “otra escena”, como llamó al inconsciente se le imponía al “ser humano”: en los sueños, los actos fallidos, el chiste. Hoy, esa misma concepción es la que guía la práctica analítica en los distintos dispositivos en los que interviene, proponiendo desde su campo una acción específica con el sufrimiento en los tratamientos que conduce, en las intervenciones con practicantes de otras disciplinas, en las instituciones de las que forma parte: suponiendo un sujeto y apostando a su emergencia y sostenimiento en la dialéctica con el Otro. De su posible eficacia dan cuenta las modificaciones en los posicionamientos subjetivos y en la resolución de los síntomas, cuando la experiencia del análisis tiene lugar, como así también las rectificaciones en los lazos sociales y organizacionales que promueve su participación con otros, haciendo lugar al encuentro interdiscursivo, donde cada uno sostiene un saber-hacer, sin ninguna supuesta totalidad. 

—En el programa de las Jornadas citan a Lacan proponiendo una lectura e interpretación "literal" de Freud. ¿Es eso posible? ¿Fue posible en la historia del psicoanálisis?

Quizás hoy podemos decir que porque fue posible ese rescate de los fundamentos conceptuales y prácticos de parte de Lacan, en lo que llamó en su momento el “Retorno a Freud”, cuando algunos post-freudianos proponían volver a instaurar una psicología del Yo, es posible que el psicoanálisis haya permanecido fiel a la letra de Freud, pero dando lugar a una revitalización de su práctica con nuevos conceptos que, en la enseñanza de Lacan, se articulan con los anteriores. Actualmente, ante algunos post-lacanianos que en nombre del “ultimísimo Lacan” proponen nuevas desviaciones, se está gestando un movimiento de “Retorno a Lacan”, no desconociendo la articulación de sus primeras teorizaciones, con las siguientes, y con las últimas. 

—¿Qué 'materias pendientes' o 'deudas' tiene el psicoanálisis en su desarrollo como disciplina y en su capacidad de dar respuestas al malestar de la gente? 

Como parte del campo de la ciencia, humanas, sus desarrollos teóricos y prácticos no pueden proponerse como concluídos. Por lo cual, no dejan de ser inciertos los conceptos que puedan producir una nueva recreación de la praxis psicoanalítica. De todas maneras, como cualquier pràctica, discurso, o disciplina, su deuda impagable es la pretensión humana de la felicidad. Pero más vale no engañar ilusoriamente al sujeto con una totalidad imposible, para reconocer ese malestar estructural, por ser parte de la cultura, y de una historia singular, para con eso hacer algo no sufriente, sin quedar en la impotencia, y así encontrar algún cauce a otros goces. Lo cual no puede ser una promesa, sino la apuesta de la práctica del discurso del psicoanálisis; y su permanente actualidad.  


LO INVITAMOS A PARTICIPAR Y LE SOLICITAMOS EXTENDER SU DIFUSIÓN.

JORNADAS

EL PSICOANALISIS EN LA ACTUALIDAD

Homenaje a Sigmund Freud en los 160 años de su nacimiento

 6 Y 7 DE MAYO DE 2016

“El Psicoanálisis es Freud. Si uno quiere hacer psicoanálisis, es necesario referirse a Freud, a sus términos, a sus definiciones, leídos e interpretados en su sentido literal. El retorno a Freud significa simplemente despejar el campo de las desviaciones y de los equívocos.” J. Lacan (en “Panorama”, Italia. 1974).

VIERNES 6  -  17 Hs.

PSICOANALISIS Y SABER
“EL PSICOANALISIS EN LA UNIVERSIDAD” – HECTOR FRANCH(Rosario)
“PSICOANALISIS Y POLITICA”  --- CLAUDIO GLASMAN (Buenos Aires)

-20 Hs.   PROYECCION DE
LA CREACION DEL PSICOANALISIS”   --- de E. Kapnist y E. Roudinesco (Francia)

-INAUGURACION DE LA EXPOSICIÓN DEL ARTISTA PLASTICO RICARDO CALANCHINI SOBRE SIGMUND FREUD-


SABADO 7 – 9, 30 Hs.

EL PSICOANALISTA EN EL CINE”---de M. Mendes y D.Zimmerman (BsAs)

                              -10 HS.    “ARTE Y PSICOANALISIS” --- RICARDO DIAZ ROMERO  (Rosario)

                          -11 Hs. “PSICOANALISIS Y SALUD MENTAL”
La práctica clínica, institucional y comunitaria --- ALICIA ALVAREZ (Rosario), NORMA BARBAGELATA (Paraná/Santa Fe) Y SILVINA CARMONA (Santa Fe).
                          -13 Hs. CIERRE 
Coordinación: Carlos E. Giusti y Graciela Mudryk

Organizan:  LITORAL Agrupación Psicoanalítica de Santa Fe y SECRETARIA DE CULTURA DE LA UNL

Lugar: FORO CULTURAL UNIVERSITARIO: 9 de Julio 2150 – Santa Fe   ---ENTRADA LIBRE Y GRATUITA.